miércoles, 8 de mayo de 2019

¿DE TAL PALO TAL ASTILLA? 1º parte.

Buen día. Hoy quiero compartir con vos la historia de un niño que decidió hacer lo correcto. 
Pero antes quiero compartir el siguiente relato que está en el libro de Max Lucado "Cuando Dios susurra tu nombre"
“Stefan te puede contar acerca de árboles familiares. Se gana la vida por medio de ellos. Heredó un bosque alemán que ha pertenecido a su familia durante cuatrocientos años. Los árboles que cosecha los plantó su bisabuelo hace ciento ochenta años. Los árboles que planta no estarán listos para comerciar hasta que nazcan sus bisnietos.
Él es parte de una cadena.
«Cada generación debe tomar una decisión», dijo. «Pueden hacer pillaje o plantar. Pueden violar la tierra y hacerse ricos, o pueden cuidarla, cosechar sólo lo que les pertenece y dejarle una inversión a sus hijos».
Stefan cosecha semillas sembradas por hombres que jamás conoció.
Stefan siembra semillas que cosecharán descendientes que nunca verá.
Dependiente del pasado, responsable del futuro: es parte de una cadena.
Como nosotros. Somos hijos del pasado. Padres del futuro. Herederos. Benefactores. Receptores del trabajo realizado por los que nos precedieron. 
Nacidos en un bosque que no sembramos.
Pensando en esto te pregunto ¿cómo está tu bosque?
Al pararte sobre la tierra legada por tus antecesores, ¿qué aspecto tiene? ¿Cómo te sentís?
¿Orgullo ante el legado? Quizás, Algunos heredan tierra con nutrientes. Árboles de convicción de raíces profundas. Hilera tras hilera de verdad y herencia. Es posible que te apoyes en el bosque de tus padres con orgullo. Si ese es tu caso, da gracias, porque  muchos no pueden hacerlo.
Muchos no están orgullosos de sus árboles familiares. Pobreza. Vergüenza. Abuso, sumale tu propia historia. Tales son los bosques con que se encuentran algunos. 
La tierra ha sufrido pillaje. Las cosechas fueron levantadas, pero no fue realizada siembra alguna.
Quizás te criaron en un hogar de prejuicios e intolerancia, lo cual te hace intolerante ante las minorías. Tal vez te criaron en un hogar de avaricia, de allí que tus deseos de posesiones sean insaciables.
A lo mejor tus recuerdos de la niñez te causan más dolor que inspiración.
Las voces de tu pasado te maldijeron, te rebajaron, te ignoraron. En esa época, pensaste que ese trato era el normal. Ahora ves que no es así.
En los próximos días estaremos reflexionando sobre la vida de Josías, que será de inspiración para ver qué Nuestro futuro no lo marca nuestro pasado, sino nuestro presente.
Que tengas un excelente y bendecido día. Un abrazo.

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